viernes, 1 de agosto de 2008

Las atracciones olvidadas

Erase una vez, dentro de un mundo gris, una feria del color de las fotos viejas, del color de la nostalgia, que en tonos sepia se esculpía delante de todo el grisáceo paraje. Un día, un grisáceo personaje, de aquel grisáceo mundo, decidió abrir una nueva atracción multicolor, y con la novedad, la atracción se llenó de color y energía, pero poco a poco fue perdiendo ese color. Poco después, el mismo grisáceo personaje, decidió abrir otra colorida atracción para volver a llenar de color a la feria. Sin embargo, a medida que esta cogía algo de color, la anterior atracción se marchitaba cada vez más. Con el tiempo, la nueva atracción fue perdiendo su color, y el personagillo volvió a repetir la operación, y una vez más, y otra, y cada vez más atracciones marchitas poblaban la antigua feria. Poco a poco se iba quedando la feria olvidada, olvidada y abandonada. Tan solo una colorida atracción rodeada de un campo marchito donde tan solo habitaban los gusanos y poco a poco iban devorando toda la feria, hasta que cada vez que se abría una nueva colorida atracción, la devoraban insaciables, como si el agonía de su hambre no fuera a darles respiro nunca. Finalmente, tan solo quedó una imagen en blanco y negro, carcomida y descolorida.