sábado, 10 de mayo de 2008

Arpía

Odio a tu raza y estirpe podrida que ladra y ladra. No atiende a razones, a respeto, ni a nada, solo grita e insulta. Su ponzoña pudre todo cuanto la rodea, asfixia hasta el mismo aire con sus griteríos e insultos. Siempre lanza a herir, su vida es eso, herir dañar, y presumir de sus baratijas ilegitimas. Gritar.